lunes, 6 de julio de 2015

COMO TRATAR A UN HIJO

COMO TRATAR A UN HIJO

¡Hay algo que nunca debemos de olvidar los padres y eso es… “QUE LOS HIJOS NO NOS PIDIERON QUE LOS TRAJÉRAMOS A ESE MUNDO, LO HICIMOS SIN SU CONSENTIMIENTO”!.

Por ello… “estamos en deuda con ellos”; bien es cierto que...es mejor que no lo sepan pues podrían intentar aprovecharse del hecho mediante una presión psicológica sobre los padres; eso lo comprenderán en el momento en que sean padres.

En nuestra sociedad, un hijo no viene con “una barra de pan bajo el brazo”, ya no es “mano de obra barata” ahora es “una hipoteca de por vida” en muchos casos; en los dos tercios de la población del planeta, todavía es “mano de obra barata”.

Hay que mostrar una actitud MUY SERENA, respetuosa, cercana (de igual a igual) pero marcando una linea que es la que separa y protege, nuestra intimidad e integridad de las AGRESIONES exteriores (hijos, marido, parientes, individuos, empresas, religiones, etc.). Cada persona debe de marcar esa linea de acuerdo con su escala de valores.

No se debe olvidar que aquel hijo (que esta enfrente de nosotros) algo ha heredado de sus progenitores (de tal palo tal astilla) por ello, no podemos exigirle lo que nosotros no hemos aceptado cuando teníamos su edad.

Lo escrito hasta ahora, demuestra que EN PARTE, los padres somos culpables de lo que les ocurre a nuestros hijos (hasta cierta edad o hasta que sean padres también, luego ya no pues, son responsables de sus actos como cualquier hijo de vecino).

Debemos mostrarles un cierto sentimiento de culpa, una actitud PACIENTE (hay que saber escuchar y no interrumpir, así DESCUBRIMOS cuales son sus defectos o virtudes además de...conseguir que se sienta más seguro de si mismo y que se vaya relajando a la vez que confiando más con la persona que tiene enfrente).

Una vez hemos escuchado su versión, debemos de hacer TAN SOLO una pregunta muy corta y directa; entramos otra vez a escuchar sin interrumpir (es imprescindible que SAQUE todo lo que lleva almacenado desde sabe DIOS cuando).

En el caso de que no quiera hablar, hay que provocarlo mediante anécdotas que a él le pueden gustar y si no reacciona; hay que seguir a su lado y en el mismo habitáculo hasta que él hable o decida marcharse. Si eso ocurre, tened por seguro que hemos ganado algo en favor de nuestro hijo y de nuestra relación con él. TENED MUY PRESENTE QUE...EL SILENCIO...TAMBIÉN ES UN LENGUAJE.

Debemos de “aprender a escuchar”, solo así, conoceremos lo que le está pasando y entonces, intentaremos encontrar la solución pero, antes, ¡DEBEMOS DE APRENDER A ESCUCHAR!.

Debemos de estar preparados para cualquier tipo de reacción que pueda tener; desde ponerse furioso (insultándonos, llorando, pegándonos un golpe, un empujón) “no hay que permitir un segundo golpe, antes hay que marcharse del recinto guardando SILENCIO, COMO SI FUÉSEMOS RESPONSABLES DE SUS MALES”.

Si te pide perdón, muestra arrepentimiento, tan solo MIRALE A LOS OJOS CON AMOR ¿Sabes lo que verdaderamente es eso? De no estar seguro, léete la TRÍO-LOGIA DEL AMOR que está compuesta por los títulos...¿Qué es AMAR?….Como evitar...envejecer y morir;…...El poder destructor e indestructible del AMOR. Entonces comprenderás lo que es el AMOR; si acaso ya lo sabías...¡MI MÁS CORDIAL Y SINCERA ENHORABUENA!...son muy pocos los que conocen tal sabiduría.

Nunca lo abraces tu primero, deja que sea él, si no es así, no pasa nada (la fruta necesita de su tiempo para madurar y caerse del árbol, eso sí, debes de estar atento con el cesto en la mano para que no se caiga al suelo y se pudra); tu ya has ido a él ahora, es él quién debe de sentirse LIBRE para venir a ti (puede que lo haga o puede que no, pero tu ya has cumplido con tu cometido de progenitor). No hay que esperar resultados inmediatos, a veces se tardan años en volver a empezar una relación familiar.

Es bueno recordar que (a veces) por un momento de GOCE echamos a perder toda una vida en común con la persona que nos cuido en momentos delicados. (A buen entendedor, con pocas palabras basta).

Si en algún momento de la entrevista con nuestro hijo, sentimos la sensación de que “estamos perdiendo el tiempo” entonces, AMIGO…. “Tú….no AMAS a ese hijo”….ya te puedes estar largando pues….ahí estas de sobras.. ¡VETE!… “no eres digno de ese hijo”.

Si acaso sentimos cansancio o desesperanza; pensad en que “ESTÁIS PERDIENDO A VUESTROS HIJO” y ahora, todavía tenéis la oportunidad de recuperar-lo, mañana puede ser tarde; eso os dará “ánimos para no desfallecer”.

Una de las estrategias que acostumbran a dar buenos resultados, es darles protagonismo mediante responsabilidades, conseguir que se sientan útiles y que sean escuchados; eso si, no hay que perderles de vista por si cometen algún error.

En el caso de que estuviera a punto de ser padre, es bueno mencionarle a su futuro hijo, preguntarle que opina de él, intentar relacionarlo con cuando él nació y estuvo al cuidado de sus padres, de como se sentía y que recordaba.

Madre o Padre….no existe una “varita mágica” ni una norma general, cada persona es única. Lo que sí es válido para todos...es el AMOR...éste nunca falla. Lo digo con conocimiento de causa (tengo cinco hijos).

Elohím 05-07-2015

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