La
VIOLENCIA en los NIÑOS
“Hemos aprendido a volar
como los pájaros y a nadar como los peces, pero no hemos aprendido
el sencillo arte de vivir juntos como hermanos”. Martin Luter King.
¿Qué hacemos, competimos o
participamos?.........¿Qué es más difícil, dar una bofetada o
contenerse?......¿Impera en nosotros la ley del más fuerte (física,
económica y social)?.
Si es así, no critiquemos
“jamás” a nuestros mayores o a la sociedad que nos van a dejar
por “herencia” porque...nosotros, ¡Estamos haciendo lo mismo!.
La grandeza o la fuerza de
un “ser humano”, ¿Porqué, eso es lo que pretendemos ser,
verdad?, se halla, en su “capacidad de humildad” la cual refleja,
INTELIGENCIA.
Ésta
es, la verdadera “fuerza” con ella, es con lo que han conseguido
“demostrar” a los seres de este planeta (no quiero llamarles
“humanidad”, porque considero que no nos comportamos como seres
“humanos”) varios “lideres humanos” SABIOS, ¡De
como!...se deben de hacer las cosas para no ir en contra de nosotros
mismos; ¡Y!...como prueba de que ese es “el camino” verdadero,
daban al Mundo auténticas señales (fruto de la “unión” entre
ellos y el Cosmos)para demostrar que...LA HUMILDAD, produce la buena
“convivencia” y ésta (a la vez), la máxima SABIDURÍA,
necesaria, para el proceso de “existencia” de nosotros mismos
como “entes inteligentes”.
No podemos ni debemos
olvidar, que estamos aquí para ALGO y...ese ALGO es del género
incomprensible creer que és, para “destruirnos”.
Si fuese ésta, la razón de
nuestra “existencia” ¿No pensáis que, en anteriores
civilizaciones ya se hubieran autodestruido?.
Aunque entre ellos (al igual
que ahora) siempre hubiera discordias, (que en bastantes casos, fue
la razón de su decadencia) siempre también, hubo unos SABIOS
(pocos, ¡sí! Pero, “los suficientes” como para que quedase, un
FIEL REFLEJO de la parte “buena,” ¡no!, de aquella civilización,
sinó, del lado...HUMANO-COSMICO del ENTE-INDIVIDUO).
Si,unos “pocos” han dado
tanta SABIDIRÍA (a través de la HUMILDAD) al mundo ¿Qué ocurriría
si, (sin perder nuestra independencia) actuáramos “todos” así?.
No, nos atrae la idea, es
poco emocionante, le falta “aventura y riesgo”, necesitamos,
¡Tirarle al suelo, golpearle... “exigiéndole”...perdón o
rendición!.
¡CUAN LEJOS ESTAMOS, DE
CONOCER EL VERDADERO SIGNIFICADO DEL PERDÓN!.
Para, auto-demostrarnos que
somos “superiores” (también un vertedero de BASURAS es superior
a uno de nosotros y no, porque es “superior” deberemos ser una
BASURA ¿Verdad?, ésto nos demuestra, que no es el “volumen”
sinó, el “contenido”, lo que tiene autentico valor).
Nadie de nosotros, es capaz
de poner “la otra mejilla”, por miedo, sí, MIEDO verdaderamente,
el “mismo” que hace sentirnos “inseguros” con nosotros
mismos, porque aún, no nos “auto-conocemos”, aún no hemos
tenido el “valor” (ahí,sí que es necesario ser FUERTE) de,
pararnos a “pensar”, sí, PENSAR (algo olvidado últimamente por
la sociedad que, se “auto-proclama”, desarrollada) en, ¿Quién
soy?......¿Para qué, estoy aquí?.......¿Cuál es mi
origen?........¿A dónde, tengo que ir?; preguntas que tienen
respuestas porque,¡Antes de que nosotros existiéramos, ya, existían
en el Cosmos!.
Es mejor, “tragarnos”
todo lo que la sociedad de consumo nos “hecha”, sin mirar, lo que
nos estamos “engulliendo”.
¡Qué importa, lo que es!
“si lo dice la publicidad, debemos de hacerlo”.
Dejar que, ellos piensen por
nosotros (es más cómodo) que, tener que pensar, “nosotros”.
Es posible que, nos estén
tratando como a “borregos” y que, por se “ellos” quienes lo
están haciendo, se lo aceptemos, sin embargo; ¡Que a ninguno de
nosotros se le ocurra llamar a otro BORREGO!, porque eso será motivo
de “ofensa” (el ofenderse, reside en el seno de los estúpidos) y
dará lugar a identificarnos con la BASURA, con el consiguiente DUELO
en el patio, la calle o el salón, a fin de dejar bien claro que,
además de BORREGOS también somos CANGUROS pues, sabemos dar golpes
con “las patas delanteras”, coces con “las patas traseras”,
escupir, morder y (como los BORREGOS) “cabezazos” (solo nos
faltan los cuernos).
En resumen, estamos hechos
unos perfectos animales “multiuso”.
Espero que, cada uno de
nosotros sea, lo suficientemente “valiente y fuerte” como para
quitarse, el abrigo de “piel de BORREGO” que lleva puesto.
“TODOS LOS HOMBRES NACEN
IGUALES, PERO ES LA ÚLTIMA VEZ QUE LO SON”...Abraham Lincoln.
La
persona que, está segura de sí misma (y esta seguridad, le es dada
por el fruto de los hechos que realiza a sus “semejantes”,
siempre y cuando, éstos, les hagan un bien), no hace caso de las
cosas que se hablan, respecto a él (sean cosas buenas o sean cosas
malas), sólo le importa, seguir el CAMINO que, a través de “la
solidaridad”, le ha sido “trazado”.
En ese “andar”,
desconoce “todo” tipo de dificultades porque, aunque las haya,
¡Las supera!pues, no son otra cosa que, constantes “nuevas
experiencias” que ayudan a desarrollar “el sentido común” en
los SERES HUMANOS.
Esta seguridad en uno mismo,
a diferencia de la del GARROTE (que sólo produce inseguridad debido,
al MIEDO que tenemos a “todo” lo que nos rodea, pues sabemos que,
nos respetan por TERROR y que esto, produce enemigos que, nos odian
y que, en cualquier momento pueden echarse sobre nosotros y
DESPEDAZARNOS); pues bien, a diferencia de la del GARROTE, la
seguridad en uno mismo produce, PAZ, sí, ¿Sabéis lo qué es eso?,
(no me refiero, a la que está tan “cacareada” últimamente, pues
ésta, tiene su razón de ser, en la Publicidad) me refiero, a la PAZ
INTERIOR, ¿La habéis conocido alguna vez?, ¡NADA! Es capaz de
darnos el grado de FUERZA que “ella” nos puede dar si, la
desarrollamos constantemente.
Se
acaban las “angustias”, los “malos sueños”, las
“discusiones”, la “pobreza” y la “infelicidad”, todo eso,
se reduce a NADA y a cambio, recibimos GRATIS...salud, sabiduría,
felicidad y tranquilidad, pero claro, para
esa PAZ, debemos de “salirnos” del rebaño y...¡AH!...¿Qué
dirán los demás, de mí?.
¡¡¡¡¡¡¡Pregúntate!!!!!!!...Qué
dirá el Padre de mí, su hijo?...una vez más, de las que me ha
“abierto sus brazos”...¡YO!, he preferido seguir con LOS
EXTRAÑOS Y ENEMIGOS DE ÉL, que........con mi Padre.
Elohím
1990
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